La alimentación es un elemento clave para el cuidado y desarrollo de la salud a través del tiempo, no solo por el fortalecimiento que esta puede brindar al organismo, sino también por la forma en que este se puede ver dañado y deteriorado si no se le aporta un equilibrio necesario a partir de una dieta rica, sana y balanceada.
El desarrollar un funcionamiento adecuado de las funciones internas del cuerpo humano, requiere potenciar una serie de hábitos y de acciones del día a día, ya que solo a través de estos, el sistema podrá verse potenciado y nutrido gracias a los distintos aportes que le brinde el ser humano a partir de una serie de costumbres o actos de realización cotidiana, como por ejemplo, la ingesta de alimentos como ya fue mencionado.
Para poder considerar los distintos efectos de la alimentación, es importante considerar en primer lugar los distintos elementos de consumo que forman parte de la vida cotidiana del ser humano, y los impactos que estos pueden generar, ya que en muchas ocasiones algunos elementos para el consumo pueden ser nocivos para la salud.
Una dieta rica y balanceada debe contar con la mayor cantidad posible de nutrientes y vitaminas, siempre y cuando no se exceda el consumo de ciertos alimentos, como por ejemplo, el arroz, la cebolla, el aguacate, las frutas u otros elementos que, si bien pueden traer beneficios para la salud, en una medida excesiva, pueden ser adversos para el cuidado del organismo.
El consumo excesivo de ciertos alimentos, especialmente los que poseen altas cantidades de azúcar o grasas saturadas en su composición, pueden desencadenar algunas enfermedades para el organismo, a causa de los efectos que estos generan en el torrente sanguíneo, y en los niveles de nutrientes como la glucosa, los triglicéridos o el colesterol, elementos que en exceso pueden causar graves riesgos de sufrir accidentes cardiovasculares en el desarrollo de la vida cotidiana y del bienestar en general.
En el caso concreto del exceso de glucosa en la sangre, este puede acabar dando paso a que el cuerpo humano sufra de diabetes, una de las enfermedades más temidas por parte de la sociedad, a causa de los efectos degenerativos que presenta para el organismo de manera general, y las dificultades que puede producir si se junta con otras afectaciones puntuales.
Una vez se padece de esta enfermedad, es importante poder seguir un régimen alimenticio puntual, el cual pueda evitar que se presenten dificultades más profundas para el organismo, dando control al consumo de ciertos elementos, en especial aquellos con cantidades demasiado altas de azúcares añadidos.
A través de estas indicaciones, uno de los elementos más recomendados para el consumo, pero con mayor preocupación para los diabéticos, son las frutas, a causa de la cantidad de azúcar que estas presentan en su aporte nutricional.
Sin embargo, existen algunas frutas puntuales que deben ser evitadas, mientras que otras pueden ser recomendadas para su consumo, gracias a su capacidad para controlar los niveles de glucosa en la sangre, como por ejemplo, el limón.